El Gobierno ha aprobado una pírrica alza del 0,25% en el año 2014, si bien sostiene que significa una revalorización de las percepciones. ¿En qué se gastarán
los pensionistas tan suculento botín? Con apenas dos euros más al mes, ni para
un relaxing cup of café con leche de los que le gustan a Ana Botella en la Plaza Mayor de Madrid.
España cuenta con más de nueve millones de pensionistas que reciben cada mes una percepción media de 858,11 euros, según los datos del pasado mes de agosto de la Seguridad Social. Más de 2,3 millones de españoles subsisten con una pensión de viudedad de apenas 618,29 euros. Números fríos que esconden muchas realidades humanas alejadas en su inmensa mayoría de una vida de opulencia. La inmensa mayoría de los pensionistas españoles no son, precisamente, millonarios. El 70% no llegan a 'mileuristas'.
Ellos son las últimas víctimas de la 'austericida' política económica del Gobierno
para ‘resolver’ la crisis. Rajoy ha volado el Pacto de Toledo, firmado en abril
de 1995. Un documento de consenso que ha servido como hoja de ruta para el
sistema de pensiones en España. Desde 1998, las pensiones se han revalorizado
de acuerdo a la inflación, con un 2% estimado. La desviación, de producirse, se
ha corregido siempre a favor del pensionista con una paga compensatoria para
garantizar su revalorización.
Eso ya ha quedado para la historia. El Gobierno de Mariano Rajoy ha
optado por subir las pensiones un 0,25% en el próximo año 2014. Una cifra
irrisoria que aún lo es más cuando se pasa a euros. Para un pensionista medio,
supondrá un incremento mensual de ¡2,14 euros! ¡Cuánta generosidad! Ya tienen
para tomarse un café con churros a la salud de Mariano Rajoy y los ministros de
Hacienda, Cristóbal Montoro, y Seguridad Social, Fátima Báñez, promotores de
este gran desembolso de las arcas públicas. Lástima que no llegue
para el preciado ‘relaxing cup of café con leche’ en la Plaza Mayor de Madrid
promocionado por la alcaldesa Ana Botella.
El Gobierno, fiel a su consigna política de no decir la verdad ni para
responder qué hora es, insiste en que las pensiones se revalorizarán. Ya, creo
que dos euros más al mes te sacan de muchos apuros. Para ello, el Partido Popular se apoya en el
IPC. La inflación en el mes de agosto se situaba en una tasa interanual del
1,5%. No obstante, el dato adelantado del mes de septiembre ha bajado hasta el 0,3%
debido a que hace justo un año cuando se subió el IVA. ¿Realmente el IPC refleja
la verdadera evolución de los precios? ¿Tienen ustedes la sensación de que el
coste de la vida se ha encarecido en apenas tres décimas en el último año? El
dato del IPC es uno de los mayores camelos de la economía española.
Además, ¿cuáles son los artículos que más consume un pensionista?
Productos básicos como los alimentos. La Organización de Consumidores y
Usuarios denunciaba en el pasado mes de septiembre que las principales cadenas
de supermercados han subido un 2,9% los precios de la cesta de la compra en
este año. Bastante más que el alza de las pensiones aprobada el pasado viernes
por el Consejo de Ministros. Hay productos básicos que han experimentado una
subida de precios más que llamativa: un 40% en las patatas y un 33% en el
aceite de oliva.
Para un pensionista medio, el alza del 0,25% significará algo menos de
30 euros en el conjunto del año. Bueno, seamos bien pensados, se podrá ir a
cenar un día con su señora a un restaurante de nivel medio. Pero, por más
milongas que nos cuente el IPC, ¿creen que a ese pensionista solo le subirá el
coste de la vida en un 0,25%. Claro, claro. Es que la luz no sube (tres veces
en este año, un 4% en total). Es que los ayuntamientos no han incrementado los impuestos,
con el IBI a la cabeza. Es que el transporte urbano, el más utilizado por los pensionistas, no ha subido. Es que muchos
pensionistas no están teniendo que exprimir sus percepciones para dar de comer
a hijos e incluso nietos que han perdido sus empleos.
No parece que el 0,25% que promete el Gobierno suponga ninguna
revalorización real. Dos euros al mes, treinta euros al año, a estas alturas de
la crisis son apenas migajas para afrontar el día a día. Gracias a Rajoy,
Montoro y Báñez, los pensionistas españoles podrán en 2014 tomarse cada mes un
café con churros o bien reservar una noche al año para cenar en un restaurante.
La pena es que el coste de la vida, a pesar de la deflación que se asoma en el
horizonte por el desplome del consumo, no será tan benigno. Solo entre las
habituales subidas de la luz y de los alimentos básicos se quedará como
claramente insuficiente esa aumento del 0,25%. Una vez más en esta crisis, los
ciudadanos que no crearon esta recesión serán quienes la sufran sobre sus hombros.
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