…los españoles le debemos un sonoro revés en las urnas. Es el gurú de la burbuja inmobiliaria, de las privatizaciones (Gas Natural, Telefónica, Aldeasa, Tabacalera, Endesa, Repsol, Argentaria, Red Eléctrica, Aceralia, Iberia, Indra, CASA, Ence…), del endeble modelo productivo español basado en la construcción y el turismo (¿lo defiende alguien todavía?), de una entrada endeble en el euro, de la descentralización del Estado (su Gobierno fue el que transfirió competencias tan importantes como Sanidad y Educación a todas las comunidades, incluso a las que no lo habían pedido), de la Guerra de Iraq (le interesó más pasar a los libros de historia que comprobar si existían de verdad armas de destrucción masiva), de las mentiras en los atentados yihadistas del 11-M, del accidente del Yak-42, de la catástrofe ecológica del Prestige o de la participación ciudadana en la importante huelga general de junio de 2002. Que regrese, que regrese, necesita escuchar con claridad lo que millones de españoles pensamos de su gestión. Algunos han necesitado tiempo para comprobarlo, otros nunca tuvimos dudas.
|
Rajoy, Cascos, Aznar, Botella y Rato celebran la victoria electoral de 1996. |
“Nunca he eludido mi responsabilidad, cumpliré con mi responsabilidad, mi conciencia, mi partido y mi país. No tenga dudas”. José María Aznar amenaza con volver a la política. Nueve años después de su retirada voluntaria de la primera línea, Aznar amaga con su regreso. Pues, muy bien. Por mí, que lo haga. Me importa muy poco que se deba, en realidad, a un simple deseo de notoriedad pública, algo que siempre ha anhelado un político con una desmesurada ansia de protagonismo y reconocimiento. Me importa aún menos que se deba a luchas internas en un Partido Popular que abarca demasiadas sensibilidades en la derecha española y, por tanto, notables diferencias a la hora de abordar la brutal crisis económica.