Casi doscientos mil ocupados y trescientos mil activos menos en un año no
suponen un problema para el Gobierno. El Partido Popular está obsesionado con
una única cifra: la del paro. Y todo vale para conseguirlo, incluso empujar
poco a poco a medio país fuera de España y desincentivar a buena parte de los
desempleados para inscribirse en los registros públicos.
“España ha salido de la trinchera de la crisis y combate ahora en el
frente de la recuperación”. El último parte de guerra del general Rajoy
confirma un avance en todas nuestras posiciones. El enemigo, la crisis, está a
punto de sacar la bandera blanca. Pero, más allá de esta literaria frase redactada
por un poético asesor de comunicación de Rajoy, ¿qué hay de cierto en tan
desbordante optimismo?