jueves, 19 de marzo de 2020

Felipe VI, antes el trono que el pueblo

Salió el rey, en plena crisis de la pandemia del coronavirus y del escándalo de la herencia de su padre, para decir… nada. Frases hechas y mil veces repetidas en estos últimos días que parecían sacadas del manual de supervivencia de cualquier ‘coaching’ de segunda fila o de una redacción de fin de semana de un aventajado alumno de Primaria deseando la paz y la felicidad para todo el mundo. Se espera algo más profundo del jefe del Estado que apelaciones baratas a la solidaridad colectiva y un silencio absoluto sobre la fortuna de su padre, el emérito.


El rey no está ni cuando se le espera.

domingo, 15 de marzo de 2020

Estado de Alarma… contra la indisciplina social

La crisis sanitaria (y económica) del coronavirus mide el grado de responsabilidad y madurez de la sociedad. España (parte de España) ha fracasado. La suspensión de las clases y el teletrabajo han instado a algunos a adelantar las vacaciones en la playa o la montaña o a llenar los parques y las terrazas en las ciudades. Justo lo contrario de lo indicado por las autoridades políticas y médicas: quedarse en casa. No es tan difícil. Un acto estúpido de desobediencia civil que pagamos todos.

Nuestro deber: estar en casa. Foto: Reuters.
“Alejémonos hoy para abrazarnos más fuerte mañana” (Giuseppe Conte, primer ministro de Italia).