miércoles, 31 de julio de 2013

Espero que Rajoy no se haga el despechado...

… pero me temo que así lo hará. Como si fuera una relación amorosa rota con mucho dolor y resentimiento, el presidente del Gobierno se mostrará en el Senado (el edificio del Congreso está en obras) absolutamente ofendido por las acusaciones de su extesorero. Confiaba en lo que hacía, y me engañó. Yo no soy culpable. ¿Alguien duda de que utilizará esta estrategia? Él es el bueno del cuento.

 
El presidente del Gobierno hablará. Y no porque le guste. La gravedad de las acusaciones del extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, no le dejan otra salida. La sociedad española necesita explicaciones claras y absolutamente convincentes. De lo contrario, la sombra de la duda seguirá creciendo en torno a la cúpula del PP y, por extensión, en La Moncloa.

viernes, 26 de julio de 2013

Tragedia ferroviaria de Santiago: mucha cautela y, por favor, una investigación firme, independiente y completa

El accidente del tren Alvia 151, que realizaba la ruta Madrid Chamartín-El Ferrol, en la ya maldita curva de A Grandeira ha convertido, de repente, en expertos de seguridad a medios de comunicación y ciudadanos. El maquinista, por si no tuviera suficiente cargo de conciencia, está siendo objeto de un salvaje y apresurado linchamiento. Por la memoria de los 78 fallecidos, por sus familiares, por la recuperación de los heridos y por la confianza y las vidas de los futuros viajeros, conviene averiguar todo lo que ha pasado. Aquí no vale descargar la culpabilidad exclusiva en una única persona, en una cabeza de turco. Nadie quiere que se repitan los errores de los siniestros del Yak-42, del metro de Valencia o del vuelo de Spanair Madrid-Gran Canaria, ¿verdad?

 
No creo que nadie quiera estar ahora mismo en el cuerpo de Francisco José Garzón Amo, maquinista de Renfe de 52 años. Era el conductor del tren Alvia 151 que cubría la ruta Madrid Chamartín-El Ferrol. El vehículo, con doce unidades (siete coches de pasajeros, un vagón cafetería y una máquina más un furgón generador en cada sentido del convoy), descarriló a las 20:41 horas del miércoles 24 de julio, víspera de la Fiesta de Santiago, patrón de Galicia, en la pronunciada curva de A Grandeira, ubicada en la parroquia de Angrois en Santiago de Compostela.

miércoles, 24 de julio de 2013

La justicia no puede legitimar a la corrupción

El poder judicial ha vendido su alma al poder político. La llamativa reducción de la condena de Jaume Matas, la exculpación de José Blanco en la investigación del ‘caso Campeón’, la militancia en el Partido Popular del presidente del Tribunal Constitucional, el doble excarcelamiento de Miguel Blesa (con la posible sanción al juez Elpidio José Silva) y el deplorable papel de la Fiscalía, como perro guardián del Gobierno, en el ‘caso Urdangarin’ debilitan, si cabe, un paso más a España. La vergonzosa fulminación del juez Garzón, como instructor de la Trama Gürtel, marca una pauta en los tribunales españoles que muy poco tiene que ver con lo que la sociedad espera de ellos. A los poderosos, ni tocarlos.
 
 

La confianza y la esperanza de los ciudadanos en una imprescindible regeneración de la democracia española pasa imperiosamente por una justicia activa, sin complejos y libre. ¿Nos equivocamos? La justicia española, en la lucha contra la corrupción, parece, sin embargo, bailar al empalagoso ritmo de aquella famosa canción con la que muchos conocimos a Ricky Martín: "Un, dos, tres. Un pasito p'alante, María. Un, dos, tres. Un pasito p'atrás". Con una diferencia, la 'María' de la justicia se llama clase política.

viernes, 19 de julio de 2013

Moción de censura a la mentira y la cobardía

¿Dónde está Rajoy? Es la pregunta estrella de los últimos diecinueve meses, desde que 'manda' en España. Las ausencias del presidente del Gobierno son cada vez más frecuentes. Ahora, acorralado por el escándalo de los papeles de la contabilidad B del PP, nada ha cambiado. Incluso se ha intensificado. A Rajoy no solo no le gusta responder, es que ni siquiera quiere que le pregunten. Y ni se molesta en ocultarlo. Sin opciones de prosperar en el Congreso de los Diputados por la mayoría absoluta popular, la moción es ahora mismo un instrumento político muy válido para instar a Rajoy a que abra la boca y, sin la ayuda de cómodas cuestiones preparadas por medios de comunicación afines, sea de una vez claro y hable de lo que no le apetece hablar. No se puede gobernar un país escondido en una cueva con un país cada vez más crispado e indignado contra La Moncloa.

 
No sé si habrá moción de censura contra el presidente del Gobierno. Es una posibilidad que gana enteros según avanzan los detalles de la contabilidad B del PP que manejaban Luis Bárcenas, actual preso en Soto del Real, y Álvaro Lapuerta. Mariano Rajoy se encuentra en una situación más que incomoda. Su honorabilidad está muy tocada y con ella la credibilidad de un Gobierno sustentado por un partido sobre el que existen dudas muy serias de financiación ilegal.

lunes, 15 de julio de 2013

Rajoy se cree un moderno señor feudal

Esperpéntica comparecencia del presidente del Gobierno con el ‘caso Bárcenas’ en su apogeo. Mientras el extesorero del PP acumula pruebas en la mesa del juez Ruz sobre la financiación irregular del partido que sustenta al Ejecutivo (con el propio Mariano Rajoy como figura destacada), el dirigente popular saca su vena autoritaria y se molesta por tener que dar explicaciones: “No se le puede pedir al presidente del Gobierno que desmienta cada una de las afirmaciones de cada uno de los protagonistas de este caso. El Estado de derecho no se somete a chantajes, y punto”.

 
El ‘caso Bárcenas’ está cada vez más cerca de su clímax. El ingreso en prisión del extesorero del Partido Popular ha precipitado los acontecimientos. Bárcenas no quiere ser el chivo expiatorio de un gigantesco escándalo de corrupción que no tiene un único culpable como se afana en limitar la cúpula del PP. Traicionado por los mismos que hasta hace nada defendían su honorabilidad, Bárcenas ha abierto la boca. Los indicios se acumulan sobre la mesa del juez Ruz. Y Rajoy y el PP harán muy mal en hacerse los ofendidos y negarlo todo. O bueno, como diría Rajoy en una de sus antológicas comparecencias, “no es cierto, salvo alguna cosa”.

miércoles, 10 de julio de 2013

Luis, pues que caiga el Gobierno

¿De qué sirve una democracia sobre la que pende como un hacha afilada la sombra de la duda? El Partido Popular debe decidir ya si pesan más sus intereses particulares y su apego al poder o la limpieza del sistema. El ‘caso Bárcenas’ no solo puede y debe liquidar a Mariano Rajoy y la cúpula actual y pasada del PP sino que es una gran oportunidad para demostrar que nuestra clase política sí es merecedora del respeto de los ciudadanos. Si todo esto se tapa, será la muerte de la democracia española. Cualquier otra salida será un insulto a la sociedad. Que se sepa todo y, si hay que empezar de cero, pues que se haga.  

Luis Bárcenas, la mano que mece la cuna del PP y de Mariano Rajoy.
 
“Bárcenas me contó que lo hasta ahora publicado no es sino una pequeña parte de la documentación que obra en su poder (…) Además de los originales de las fotocopias realizadas por Trías, conserva la ‘contabilidad B’ de los años no publicados y que en ella hay pagos en negro a dirigentes del PP. Mayor aún sería la trascendencia, de acuerdo con su versión, de otros documentos y discos duros que probarían la sistemática financiación ilegal de las campañas del partido. No quiso concretar más pero, en un momento de la conversación, dijo que la divulgación de esos documentos haría caer al Gobierno”.

sábado, 6 de julio de 2013

¿Quién confía en la corrupta política española?

Probablemente muy pocos. La brecha entre la sociedad civil y sus gobernantes no cesa de agrandarse día tras día. Pocos perdonan ya la manifiesta incapacidad de nuestros representantes para resolver los principales problemas de los ciudadanos y, además, su lacerante corrupción que compite con el paro y la economía en general como mayores inquietudes de los españoles. Cuesta creer en un futuro mejor cuando quienes dirigen nuestras vidas no nos producen ninguna seguridad.

Genial viñeta de Forges sobre la corrupción
 
El paro y la economía no son los únicos grandes problemas de España. El barómetro del CIS del mes de junio confirma una certidumbre en la calle desde hace mucho tiempo: el creciente descrédito de la clase política y de las altas instituciones del Estado. Tras el desempleo, la corrupción y el fraude aparecen como la segunda gran preocupación de los españoles. Los políticos, los partidos y la política suponen la cuarta inquietud, recoge el CIS, tras los problemas de índole económica. El prestigio y la confianza en nuestros representantes políticos están hundidos. Y nadie puede negar que razones existan de sobra.