… pero me temo que así lo
hará. Como si fuera una relación amorosa rota con mucho dolor y resentimiento, el presidente
del Gobierno se mostrará en el Senado (el edificio del Congreso está en obras) absolutamente ofendido
por las acusaciones de su extesorero. Confiaba en lo que hacía, y me engañó. Yo
no soy culpable. ¿Alguien duda de que utilizará esta estrategia? Él es el bueno
del cuento.
El presidente del Gobierno
hablará. Y no porque le guste. La gravedad de las acusaciones del extesorero
del Partido Popular, Luis Bárcenas, no le dejan otra salida. La sociedad
española necesita explicaciones claras y absolutamente convincentes. De lo
contrario, la sombra de la duda seguirá creciendo en torno a la cúpula del PP
y, por extensión, en La Moncloa.