domingo, 29 de junio de 2014

El prevaricador fiscal Horrach

Si la Audiencia de Palma no lo impide, la infanta Cristina se sentará en el banquillo del caso Nóos junto con otros catorce acusados, entre ellos su marido Iñaki Urdangarin. El juez Castro ha concluido la instrucción con la imputación de la ahora hermana del rey Felipe VI por presunto blanqueo de capitales y como cooperadora necesaria de dos delitos fiscales. ¿Asunto zanjado? Ni mucho menos. La Fiscalía (siguiendo los pasos que marca el Gobierno) no ha jugado su última carta y ha optado por desprestigiar a Castro para salvar el cuello a la infanta. Todo vale para defender a la borbónica.

El juez Castro y su siniestra sombra, el fiscal Horrach.
Artículo 446 del Código Penal: De la prevaricación.

El juez o magistrado que, a sabiendas, dictare sentencia o resolución injusta será castigado:

1. Con la pena de prisión de uno a cuatro años si se trata de sentencia injusta contra el reo en causa criminal por delito y la sentencia no hubiera llegado a ejecutarse, y con la misma pena en su mitad superior y multa de doce a veinticuatro meses si se ha ejecutado. En ambos casos se impondrá, además, la pena de inhabilitación absoluta por tiempo de diez a veinte años.

martes, 3 de junio de 2014

Felipe VI: ‘El Preparao, El Breve y El Desnudo’

La abdicación de Juan Carlos I no supondrá, a corto plazo, ningún cambio. El poder político y económico lo tiene todo atado y bien atado. Hasta ahora. La sucesión se efectuará, sin embargo, con el rechazo de muchos españoles. ¿Cuántos? Dejen votar. ¿Por qué tanto miedo? Nunca ha habido un referéndum explícito en España para conocer el respaldo real a la monarquía, colada en el pack completo de la Constitución en plena Transición. ¿Tendrá que venir un niño, como en el cuento infantil de Hans Christian Andersen, a gritar que el rey está desnudo?


Querido Felipe VI:

lunes, 2 de junio de 2014

Los nervios de la caverna con ‘el coletas’

El éxito de Podemos, que ha coincidido con un desplome electoral del PP, ha encendido las luces rojas (nunca mejor dicho) en Génova, La Moncloa, La Zarzuela (adiós al Rey Juan Carlos) y las numerosas sedes de medios de comunicación afines. El PSOE (hundido) e incluso IU (hasta hace dos días unos radicales) han pasado a la historia. Hay nuevo objetivo: Pablo Iglesias y sus perroflautas. Todo vale en una campaña de desprestigio tan burda que, con el tiempo, se volverá en contra de sus promotores. Un ejemplo: Eduardo Inda. Repasemos los acontecimientos.


Cada vez eludo más las tertulias radiofónicas y televisivas. Me gusta el debate político, el sano intercambio de ideas pero, sinceramente, para escuchar al periodista de turno largando un ‘speech’ político o ejerciendo de guardaespaldas político (humm, pensemos en Francisco Marhuenda) pues mejor oigo directamente a la fuente original: Mariano Rajoy. Y eso que decir, decir, este presidente del Gobierno dice más bien poco salvo delante de una televisión de plasma con las notas bien escritas para que las lea. Fin de la cita.

domingo, 1 de junio de 2014

Elecciones Europeas (4): La UE del rechazo

La eurofobia y el euroescepticismo se multiplican. Triunfa en el corazón de Europa (Francia) y en su potente extrarradio (Reino Unido). Las formaciones de ultraderecha se dispersan con éxito en casi todos los países: Holanda, Dinamarca, Austria, Finlandia, Polonia, Italia, Suecia... En el Parlamento Europeo incluso habrá diputados de formaciones nazis como Movimiento por una Hungría Mejor, Aurora Dorada (Grecia), Ataka (Bulgaria) o el mismo NPD alemán. La izquierda más crítica con la actual UE también emerge, con la victoria de Syriza en Grecia y el fenómeno de Podemos en España como banderas. ¿Se moverá la burocracia de Bruselas para relanzar el proyecto europeo o la UE seguirá desangrándose acomodada entre las élites financieras, empresariales y políticas y alejada de los ciudadanos?


‘Sí a Francia. No a Bruselas’. El Frente Nacional ha ganado por primera vez unas elecciones en Francia. 4.7 millones de votos y 24 eurodiputados. Ha multiplicado por ocho su presencia en el Parlamento Europeo. “No es una alerta, es un terremoto”. El primer ministro francés, el socialista Manuel Valls, reconocía el impacto de la victoria de la ultraderecha. Un serio aviso para la estabilidad de una UE que se ha abrazado a las élites financieras, empresariales y políticas en la batalla contra la crisis mientras se alejaba de los ciudadanos.