Madrid (con la Gurteliana
Esperanza Aguirre), Valencia y la Comunidad Valenciana (convertida por el PP en la Cosa
Nostra del Levante) o Santiago de Compostela (dos alcaldes y diez concejales
dimitidos/imputados por corrupción en solo tres años) demuestran que la sociedad ya no está
dispuesta a seguir tragando mientras nos roban con todo descaro e impunidad.
La corrupción, como no podía ser de otra manera, ha
estado en la boca de todos los partidos salvo (curiosamente o igual no tan
curiosamente) el PP, que tanto sabe sobre el tema.
Uno de los principales sonidos que ha marcado esta
campaña estaba íntimamente relacionado con la corrupción: el ‘omnipotente’
presidente de la Diputación de Valencia y alcalde de Xàtiva, Alfonso Rus, contando en un coche billetes procedentes de una supuesta mordida municipal. ¡Ay, las mordidas,
las comisiones, los 3% o lo que sea!
“Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho,
nueve, diez, once (voz de Alfonso Rus). 3.000, 4.000, 5.000, 6.000, 7.000,
8.000, 9.000, 10.000, 11.000, 12.000 euros, dos millones de ‘pelas’ (voz de
Marcos Benavent, hombre de confianza de Rus y exgerente de Impulso Económico y
Local (Imelsa), empresa dependiente de la Diputación de Valencia)”.
La escena, lejos de causar risa por su cutrería, significa una ofensa a la democracia, una clara demostración de los extremos a los que ha llegado la corrupción política en
España.
Los dos millones de ‘pelas’ que cuentan Rus y
Bevanent procedían, presuntamente, de un constructor, una mordida tras amañar
el concurso de unos pisos de protección oficial de renta libre.
El audio, que data de abril de 2006, no tiene
desperdicio. Bien podría proceder de una escena de los Corleone en la saga de ‘El
Padrino’ tras chantajear a un político o de un trato entre bandas de ‘narcos’ en ‘The Wire’.
Y no es el único audio que se ha conocido en los
últimos días.
“Este va a presentarse a VPO, este y otro, tengo dos”,
explica Benavent a Rus. El alcalde de Xàtiva contesta: “Pero eso es complicado,
tenemos que verlo porque...”. “Tú tienes que sacar a concurso el solar”,
replica Benavent. “Sí, pero queríamos sacarlo (...) y lo que sobrara... para
que no nos maten. Es que si no…”, avisa Rus.
Aparece una tercera persona, un tal Pepe que aconseja
a Rus que no trabaje tanto. “Pues estoy trabajando más que nunca, Pepe, trabajo
como la madre que me parió, cada vez....”. “No trabajes, que eso es de tontos
hombre! ¡Vive bien, cojones!”, se ríe Pepe. “También vive bien”, añade
Benavent. “¡Trabajando yo vivo bien!”, sentencia Rus.
En estas discusiones, que poco tienen que ver con la
política real, estaba entretenido el presidente de la Diputación de Valencia y
alcalde de Xàtiva.
Rus es de la escuela Aznar, Aguirre, Barberá, León
de la Riva, Hernando o Cospedal. No conoce el silencio.
Delante o detrás de los micrófonos, deja su impronta, su fino estilo incluso
riéndose de sus incautos votantes:
“Dije: traeré la playa a Xàtiva. ¡Y se lo creyeron! ¡Si
yo mando, traeré la playa! Y van y se lo creen todo. ¡Serán burros! Y me
votaron”.
Rus, alcalde de Xàtiva desde 1995 y de la Diputación
de Valencia desde 2007, negó que fuera su voz la que se escucha contando billetes.
Ya saben, la desvergüenza de los corruptos es infinita.
Y Rus volvió a presentarse por Xàtiva. Y el PP, para variar, se lo permitió.
¿Cuántas veces han escuchado en los últimos años que
la sociedad española no castigaba la corrupción? Quizás fuera una afirmación
plausible. Pero antes. Ahora…
Rus no volverá a ser alcalde de Xàtiva. Tendrá más
tiempo libre para seguir con su curiosa costumbre de contar billetes en un coche. Pero no será como alcalde.
Rus, tras cinco mayorías absolutas consecutivas, ha
pasado del 46,1% de votos y once concejales en 2011 al 21,9% y cinco ediles en 2015. De
la primera y hegemónica primera fuerza al tercer partido en el Ayuntamiento de
Xàtiva.
La corrupción ha pesado en las urnas.
Rita Barberá con el expresident de la Generalitat Valenciana, Paco Camps. |
Esperanza Aguirre, con el preso Francisco Granados (Trama Púnica). |
Las elecciones autonómicas del 24-M han supuesto un
CAMBIO en ambas comunidades salpicadas por la corrupción. Donde antes había
sólidas mayorías absolutas, ahora hay un escenario completamente distinto. La
Generalitat Valenciana tendrá al frente a un tripartito de izquierdas
(PSPV-PSOE, Compromís y Podemos). Un tripartito que se repetirá en el
Ayuntamiento de Valencia, gobernado desde el año 1991 por la autoritaria Rita
Barberá. Un Ayuntamiento acosado por la corrupción, como la vecina Alicante,
donde también habrá nuevo gobierno municipal socialista. También en la ciudad
de Castellón, la patria del condenado y preso Carlos Fabra, expresidente de la
Diputación de Castellón.
Madrid se ha apuntado al carro contra la corrupción.
Lo ha hecho castigando a una de las políticas más corruptas en la historia de
España: Esperanza Aguirre. La Trama Gürtel (López Viejo, Sepúlveda, Ginés López,
González Panero ‘El Albondiguilla’…), la Trama Púnica (Francisco Granados), el
ático de Ignacio González, viejos conocidos de Espe, y las propias corruptelas de
Aguirre han recibido un más que merecido revés en las urnas. Madrid, como la Comunidad
Valenciana, ha dicho NO a la corrupción. Un NO casi completo. Cristina
Cifuentes, con un eventual apoyo de Ciudadanos, podría conservar la CAM por los
pelos. Ciudadanos sabrá si realmente está en contra de la corrupción.
Sí lo han estado, por ejemplo, los vecinos de la
capital gallega. El PP ha perdido el Ayuntamiento de Santiago de Compostela, todo
un icono de la corrupción. En apenas tres años, problemas judiciales vinculados
con la corrupción obligaron a dimitir a dos alcaldes (Conde Roa y Ángel
Currás) y una decena de concejales del PP en Santiago. Compostela Aberta, la
coalición de Podemos en Galicia con Anova e IU, entre otras fuerzas, ha sido la
fuerza más votada.
Por fin, la corrupción ha dejado de ser solo un motivo de
indignación ciudadana que se quedaba en las tertulias de bar. La corrupción ha
escalado un paso más. La corrupción ya se castiga en las urnas, ¿verdad Rus,
verdad Rita, verdad Espe…? La democracia, la verdadera democracia, sale fortalecida. Celebrémoslo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario