martes, 30 de septiembre de 2014

Mariló y Somoano: la RTVE de Rajoy, Cospedal y Soraya

Caos. El Ente Público, con una monstruosa deuda de 716 millones de euros, se queda sin presidente tras la dimisión de Leopoldo González-Echenique. Las amenazas de un ERE se reactivan con fuerza con el presupuesto congelado en 292,7 millones para el año 2015. La audiencia se desploma, con una caída de casi cinco puntos en menos de tres años, al son de la pérdida de credibilidad de unos manipulados informativos. De líderes a tercera opción. Los costes de pasar a una televisión pública para todos a una televisión pública de partido.


¿Qué es hoy RTVE? Se me ocurre un nombre y una imagen para describir el estado actual del Ente Público: Mariló Montero, la presentadora desde agosto de 2009 del programa ‘La Mañana de La 1’. Montero tiene actualmente un tope máximo del 10% de share, que baja al 7% con el invento de su propia tertulia: ‘Amigas y Conocidas’. Es la tercera opción de su franja tras ‘El Programa de Ana Rosa’ (Telecinco) y ‘Espejo Público’ (Antena 3). Tampoco puede con otros espacios matinales como las tertulias políticas de ‘Las Mañanas de Cuatro’ (Cuatro) y ‘Al Rojo Vivo’ (La Sexta) ni con programas diferentes como ‘Karlos Arguiñano en la Cocina’ (Antena 3), ‘La Ruleta de la Suerte’ (Antena 3) y el esperpéntico ‘Mujeres y Hombres y Viceversa’ (Telecinco).


Mariló Montero es un lastre en la audiencia de TVE que dura cinco años e, inexplicablemente, amenaza con prorrogarse sine die. El liderazgo en las audiencias no es una lucha obligatoria para el Ente Público. El principal objetivo es el servicio público que justifica la existencia de un canal público. Pero, ¿qué servicio público presta Mariló? ¿Cómo resumiríamos sus cinco años al frente de ‘La Mañana de La 1’? ¿Qué ha aportado esta mujer, de muy buen ver a sus 49 años pero sin materia gris en su cerebro? Mariló se embolsa cada mañana 600 euros, cada semana 3.000 euros, al mes más de 13.000 euros de dinero PÚBLICO. Más ganan las estrellas de un canal privado pero, ¿se gana el sueldo Mariló?

La presentadora de ‘Las Mañana de La 1’ se ha convertido en los últimos años en la musa de TVE. Y, de paso, en el ejemplo de lo que está pasando en un canal pagado con los impuestos de todos los españoles y que no para, a partes iguales, de perder espectadores y prestigio. Mariló es una máquina de soltar paridas. La última, muy reciente, con su original interpretación de la esquela de la madre de la niña Asunta Basterra, acusada del asesinato de su hija. Mariló, en un caso que ha levantado mucha indignación popular, se permitió frivolizar con la rúbrica de la esquela: “La carta la firma Q.D.E.P.”. La musa de TVE, ¿nos tomó el pelo? ¿De verdad no sabía el significado de Q.D.E.P: Que Descanse en Paz?


Mariló Montero, la musa de la TVE más desprestigiada de la historia.
Así se ha justificado. Para Mariló, las esquelas se firman con el tradicional D.E.P. (Descanse en Paz) o con… ¡INRI! Uno no es que sea muy religioso, precisamente, pero sabe, perfectamente, que ese INRI se refiere al acrónimo colocado en la cruz de Jesús: Iesus Nazarenus Rex Ivdaeorum (Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos). No estamos hablando, por tanto, de un texto propio de una esquela por más que lo piense Mariló. ¿Estamos hablando de una anécdota? Por supuesto. Lo grave es que viene precedida de otras muchas más y lo aún más grave es que refleja el estado actual de RTVE.

El Ente Público tiene una monstruosa deuda de 716 millones de euros. Al borde de la quiebra. La Primera, líder de audiencia en diciembre de 2011, mes en el que se efectuó el traspaso de poderes de Zapatero a Rajoy, ha bajado del 14,5% al 9,3% de share. Y cayendo. A este paso, Cuatro y La Sexta estarán pronto en disposición para adelantar a TVE. Su compañera radiofónica, RNE, sigue como última opción en el dial. Y perdiendo oyentes, del millón seiscientos mil en la última oleada del EGM en 2011 al millón trescientos mil de este año.

Nada es por capricho. RTVE es el reflejo de lo que quiere el Partido Popular, una cadena rancia, ultraconservadora, manipuladora, una empresa pública al servicio de los intereses particulares del Gobierno y de la formación de Rajoy. En ello han puesto gran énfasis Soraya Sáenz de Santamaría, tan llena de cargos como incompetente por mucho que sea Abogada del Estado, y María Dolores de Cospedal, que comparte méritos académicos y desméritos profesionales con la vicepresidenta del Gobierno. Nada mejor que escuchar los informativos de TVE, con posterior paso por el servicio para vomitar, para escuchar propaganda pepera. Propaganda, insisto, pagada por todos. También por los que no votamos al PP.

Fran Llorente, el saliente y el responsable de la mejor TVE.
Y propaganda fuerte. El PP no ocultó desde el inicio sus intenciones. Se cargó a Fran Llorente, que había prestigiado a TVE con unos Servicios Informativos neutrales y de calidad alabados y reconocidos con premios por todo el mundo. Solo un hooligan del PP puede poner en duda la labor de Llorente. La pena es que los hay. Llorente dignificó una TVE depauperada progresivamente por la parcial gestión en favor del Gobierno de Enric Sopena (mítica la sobreimpresión del logotipo del PSOE sobre un gol de Butragueño en el Mundial de México’86), María Antonia Iglesias, Ernesto Sáenz de Buruaga, Javier González Ferrari y Alfredo Urdaci, el señor de c.c.o.o.

Rajoy heredó una televisión pública con problemas económicos, que se ha encargado de intensificar, con un cambio de modelo de gestión sin publicidad, algo que no ha tocado, y una renacida credibilidad entre los ciudadanos. RTVE no es solo sus informativos, pero son, sin duda, los informativos su principal rostro. No olvidemos su papel de servicio público. Los Telediarios cerraron el año 2011, último de Zapatero en La Moncloa, con un 18,1% de audiencia, cinco puntos por encima de su inmediato rival. Cuarto ejercicio consecutivo como líderes.

Somoano, a la izquierda, mostrando su amor por Esperanza Aguirre.
Mucho ha cambiado desde entonces. Los Informativos de TVE concluyeron el mes de agosto como tercera opción, con una cuota de pantalla del 12,2%, por detrás de Telecinco (14,1%) y Antena 3 (13,2%) y con poca ventaja sobre La Sexta (9,6%). Cuatro cierra con un 7,7%. Números que reflejan la decadencia de un modelo de televisión que el PP y La Moncloa no piensan modificar. Si Fran Llorente era un modelo de prestigio internacional y neutralidad, el PP se echó en brazos del trompetero Julio Somoano, conocido por su nauseabunda adulación a Esperanza Aguirre en los informativos de TeleMadrid, un espacio, por cierto, que dejó también sin espectadores, un ridículo 3%.

RTVE se ha quedado como el Ente que debería ser de todos los españoles pero que, desde hace tres años, es solo el juguete favorito del PP. Un juguete que, de tanto usarlo, se ha quedado incluso sin eficacia. Realmente, ¿quién ve hoy TVE más allá de los deportes, algunas películas y algunas veteranas series como ‘Águila Roja’ y ‘Cuéntame’? Un desastre que ha provocado incluso la dimisión del presidente del Ente, Leopoldo González Echenique, ante la falta de inversiones del Estado para salvar a RTVE, con el presupuesto congelado en 292,7 millones para el año 2015, y la alargada sombra de un ERE. Son las cosas de la tele de Mariló, Somoano, Rajoy, Cospedal y Soraya, pero no de todos los españoles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario