domingo, 16 de marzo de 2014

Las galletas del IVA de Rajoy

El Comité de Sabios de la reforma fiscal juega con la sociedad española. Propone una falsa rebaja impositiva que consiste básicamente en reducir el IRPF a costa de los impuestos indirectos al consumo. Siga atentamente la bola que los trileros han venido para engañarnos.


Nada por aquí. Nada por allá. Siga la bola. ¿Dónde está la bola? Derecha, izquierda, arriba, abajo. ¿La ve? ¿No la ve? Uno, dos y tres. ¿Dónde está? Los trileros que durante tanto tiempo han estafado a tanto incauto ciudadano se nos han metido a ‘expertos’ fiscales. El ‘Comité de Sabios’, formado por ocho economistas y un abogado, designado por el Gobierno para reformar la política fiscal española nos ha tomado por ingenuas víctimas del juego de los cubiletes. ¿Bajarán los impuestos? Lean lo que proponen para el IVA reducido. (Ver informe completo del ‘Comité de Sabios’).

“La Comisión entiende que, con el fin de mejorar la recaudación del impuesto, reduciendo de forma significativa la erosión en ingresos que significa la aplicación del tipo reducido a un número elevado de bienes y servicios, como se deduce de los beneficios fiscales originados por el tipo reducido (más de 14.000 millones de euros estimados en 2014) y en línea con las recomendaciones de los organismos internacionales, habría que aplicar al tipo general a todos los bienes y servicios actualmente sometidos al tipo reducido con muy escasas excepciones”.

En román paladino, se lo traduzco, el ‘Comité de Sabios’ propone subir el IVA para, citando sus propias palabras, “un número elevado de bienes y servicios” gravados con el tipo reducido, actualmente en el 10%. Pasarían a tributar al tipo general del 21%. Vamos, una ‘insignificante’ subida de 11 puntos. Serán muy sabios pero de economías domésticas entienden muy poquito. El IVA reducido ya ha experimentado dos subidas en los últimos cuatro años que en nada han colaborado en la salida de la crisis.

Zapatero, presionado por la UE, incrementó el tipo del 7 al 8% en julio de 2010. Rajoy, tras mentir vilmente en la oposición y en la campaña electoral de las elecciones generales de otoño de 2011, lo pasó del 8 al 10% en septiembre de 2012. No solo eso, algunos bienes gravados al 8% pasaron al 21%. El ejemplo más claro es el IVA cultural. No hace falta que detalle cómo ha empeorado la situación del sector del cine, la música o el teatro. Un dato reciente para valorar el negativo impacto de la subida del IVA.

La Asociación de Promotores Musicales revelaba esta semana los devastadores efectos del IVA cultural del 21%. En su primer año en vigor, la recaudación disminuyó un 28,63% pasando de 206 a 147 millones. Un desplome que ha provocado el cierre de 300 empresas y la destrucción de 1.200 empleos. Las subidas del IVA en España han generado siempre menos recaudación fiscal porque detraen el consumo y empujan a la desaparición a más empresas.

¿No es consciente el ‘Comité de Sabios’ de las consecuencias de pasar el IVA reducido del 10 al 21% a un alto de número de bienes y servicios? ¿Quieren más sectores abocados a la ruina como ha sucedido a la cultura? El ‘Comité de Sabios’ plantea que el IVA se encarezca 11 puntos para, por ejemplo, alimentos muy habituales de la cesta de la compra que no están incluidos en el IVA superreducido del 4%. Hablamos de las galletas, los cereales, el pan tostado, la sal, la miel, los yogures, los helados, los zumos, las pizzas, el embutido, el aceite, la carne, el pescado… Sí, amigos, el ‘Comité de Sabios’ ya no nos va a permitir ni comer carne de pollo y cerdo.

El informe, tan voluminoso (444 páginas con 125 propuestas concretas) como alejado de la realidad cotidiana de la inmensa mayoría de los españoles, se ceba con el IVA reducido. Compresas, tampones y protegeslips; entradas a bibliotecas, archivos y centros de documentación y entradas a museos, galerías de arte y pinacotecas; los servicios de limpieza de vías públicas, parques y jardines públicos; las aguas aptas para la alimentación humana o animal o para el riego; e incluso las gafas y lentillas pasarían de un 10 a un 21% de IVA.

¡Váyanse ustedes a paseo, señores del ‘Comité de Sabios’! España necesita una reforma fiscal profunda. Por supuesto. Es más, diría que España necesita también un notable esfuerzo en pedagogía fiscal. Mucha gente que en este país se autodenomina liberal no esconde más que a un insumiso fiscal que no quiere pagar impuestos en sanidad o educación, porque se puede permitir pagar sanidad y educación privadas, pero sí en infraestructuras porque le interesa y, claro, eso de construirse un aeropuerto por sí mismo...

Pero lo que no necesita España es una nueva reordenación en los tipos del IVA. Está demostrado que este tipo de reformas hunde el consumo y afecta, sobre todo, a las economías más desfavorecidas. Y, por si el ilustre ‘Comité de Sabios’ lo ha olvidado, seguimos en crisis con casi seis millones de desempleados y con una drástica reducción de los salarios. ¡Y nos proponen gravar más las galletas! ¡Que se vayan a paseo!


Al Gobierno le toca decidir. El PP bramó cuando Zapatero subió el IVA. Iba a hundir a España. Para, cuando llegó a La Moncloa, meterle una marcha más. ¿Qué hará ahora Mariano Rajoy con un informe sobre la mesa, que se suma a las peticiones de la UE y el FMI, que insta a otro alza del IVA? ¿Apoyará a los ciudadanos? El Gobierno ya ha parado una propuesta del ‘Comité de Sabios’, reclamada también por la UE y el FMI, de altísimo coste electoral: la eliminación con carácter retroactivo de la desgravación por vivienda e incluso un impuesto de patrimonio por la propiedad de una primera vivienda.

La subida del IVA, que tantas veces ha negado el PP y tantas veces no nos hemos creído, está a la vuelta de la esquina. De eso no hablará, por supuesto, antes de las elecciones europeas. Hay que engañar primero en la campaña. Experiencia tienen en ello. Con las cosas del comer, ¿verdad Mariano?, no se come, pero falta por saber cómo pretende el PP cumplir con la promesa de reducir los impuestos sin tocar el IVA.

Que nadie juegue con nosotros como si fuéramos incautos ‘primos’ a merced de depravados trileros. Si se bajan (que se deben bajar) algunos impuestos como el de Sociedades a un 20% con menos exenciones o se reducen los tramos de la Renta a cuatro con un tope del 50% no es a cambio de nada. El IVA es el injusto precio a pagar. El informe del ‘Comité de Sabios’ desliza incluso sibilinamente una aberrante sugerencia sobre el IVA superreducido, el que afecta a los productos básicos.

“La Comisión considera que a medio plazo habría que tender a que todos los bienes y servicios a los que actualmente se aplica esté sujetos al tipo general”. Es decir, del 4 al 21%. ¡Manos arriba, que esto es un atraco! Si el Comité no lo aplica ahora no es por magnanimidad hacia el ciudadano medio. “Sin embargo, las simulaciones efectuadas sobre el impacto de la elevación de los tipos de los bienes sujetos actualmente al tipo superreducido muestran que este tendría un efecto regresivo, dado que este tipo de bienes tienen un mayor peso en la cesta de la compra de las décilas de renta más pobres”. No, si todavía tendremos que dar las gracias.

El ‘Comité de Sabios’ apuesta por cobrar al ciudadano cada vez que se compre unas galletas, un kilo de sardinas o un pollo las rebajas en el IRFP. Solo así le salen las cuentas. El ‘Comité de Sabios’ mueve la bola para seguir con el engaño. Los impuestos no bajarán, simplemente cambiarán de distribución con ese IVA que tanto daña al consumo y a las economías domésticas como el gran damnificado. ¿No se la ha ocurrido al ‘Comité de Sabios’ una verdadera rebaja fiscal que no perjudique siempre a los mismos? Oiga, ya no vamos a tener ni para galletas.

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