jueves, 24 de octubre de 2019

La cruz me sigue sobrecogiendo

Porque aunque Franco se haya ‘mudado’, el franquismo no ha desaparecido. Las reacciones a la exhumación del cadáver del dictador se han encargado en los últimos días de recordárnoslo. Hoy sencillamente se ha hecho algo que se debió hacer antes, mucho antes. Bienvenido sea, pero que la salida de Franco del Valle de los Caídos sea solo un paso más hacia una verdadera Memoria Histórica. Porque aún nos falta mucho.
 

El Valle de los Caídos, en la Sierra de Guadarrama.
A lo lejos, se aprecia una descomunal cruz. Desentona con el paisaje natural de la Sierra de Guadarrama. El tren avanza por las inmediaciones de San Lorenzo de El Escorial. Esa imponente cruz corona el Valle de los Caídos. Me estremezco. Me incomoda.

La primera vez que vi, a lo lejos, el Valle de los Caídos fue viajando en tren a Madrid.

Sabía lo que significaba aquella cruz.

Era una panorámica desagradable.

Nunca he visitado el Valle de los Caídos. Nunca he entendido a nadie que estuviera interesado en visitar aquel horror, aquel monumento erigido para mayor gloria de Franco y el franquismo.

¿Cómo era eso posible?

Hoy, 24 de octubre de 2019, el dictador ya no está en el Valle.

Siento alivio. Ya era hora. ¡Solo han pasado casi 44 años desde la muerte del dictador! Yo ni había nacido. Una mayoría de los españoles, a fecha actual, no habíamos nacido. Otros eran unos simples niños.

El Valle de los Caídos era (y es) el triste recuerdo de la peor historia de España: el alzamiento militar contra la II República, la Guerra Civil y la posterior dictadura. Casi cuatro décadas de dolor. Aún hoy España no se ha recuperado de todo eso. El poso del franquismo es palpable en la política, la economía, la sociedad…

Franco murió, pero el franquismo simplemente mutó para sobrevivir al nuevo escenario. Sus herederos siguen vivos. ¿Cómo habría sido posible si no fuera así que siguiera Franco en el Valle?

Hoy es un día necesario.


Se lo debíamos a los millones de españoles que sufrieron a Franco y el franquismo.


Pero la imagen de la cruz del Valle de los Caídos me sigue sobrecogiendo. Lo hará siempre, aunque el dictador ya no esté.

Porque aunque Franco se haya ‘mudado’, el franquismo no ha desaparecido. Las reacciones a la exhumación del cadáver del dictador se han encargado en los últimos días de recordárnoslo.

Hoy sencillamente se ha hecho algo que se debió hacer antes, mucho antes.

Bienvenido sea, pero que la salida de Franco del Valle de los Caídos sea solo un paso más hacia una verdadera Memoria Histórica.

Porque aún nos falta mucho.

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