No
habrá Toro de la Vega. Habrá Toro de la Peña. La diferencia, además de semántica,
pasa por la vida del astado. Tordesillas no lanceará hasta la muerte al toro, como en los
últimos cinco siglos. Y, al menos los exaltados que salen en las cámaras de
televisión, braman por la pérdida de su cruel tradición. Se conoce que algunos
se resisten a entrar en el siglo XXI por la férrea defensa de tradiciones
instauradas en el siglo XVI. Mentalmente, siguen viviendo en esa época. Y, lo que es
peor, orgullosos.
La turba y el toro, ¿y quién es el animal? |
-¿Por qué haces
esto?
-Por tradición.
-Pero es una
salvajada…
-Es mi tradición,
lo llevan haciendo mis ancestros desde hace siglos…
-Pero, si tú nos has
conocido a tus ancestros y los tiempos han cambiado.
-Es mi tradición.
Y ya está.
En nombre de la
tradición, se defienden actos absolutamente abominables en todas las culturas.
Actos que, curiosamente, se cuestionan desde fuera y se defienden a ultranza
desde dentro.
No todas las
tradiciones son crueles, es cierto, pero en España abundan las de este tipo, con los animales como habituales víctimas. Algunos se divierten matando animales porque se lo manda su tradición. En fin.
El
país de la Inquisición guarda celosamente algunas costumbres de esa oscura época
amparándose en que son tradiciones, por mucho que no tengan cabida en las sociedades
modernas, y se supone más avanzadas, del siglo XXI.
De Tordesillas,
aunque soy de Valladolid, conozco poco. No tengo familia ni conocidos allí, no
se me ha perdido nada en Tordesillas. Para mí, es el pueblo de la autovía y del
Duero. Lo he rodeado en innumerables ocasiones por la carretera. En tiempos
universitarios, fue también, en ocasiones, el pueblo de la parada del Auto-Res.
Tordesillas siempre
ha sido un cruce de caminos.
En ese cruce de
caminos, se celebra, al menos desde 1534, el Toro de la Vega. Uno de esos ‘espectáculos’
del pasado que se resistían a desaparecer por aquello de la tradición.
Pero el Toro de la Vega
2016 será Toro de la Peña. El astado se dará un paseo por el campo ante una
turba de exaltados que lo perseguirán, acosarán e insultarán porque… es
tradición. Los hay con muy pocas luces. Pero, esta vez, el toro saldrá vivo de
la excursión, no como sus compañeros, ajusticiados, en nombre de la tradición,
tras ser lanceados.
En el pasado mes de
mayo, la Junta de Castilla y León aprobó un decreto-ley que prohíbe matar en
público a cualquier animal en encierros o suelta de vaquillas.
Para Tordesillas,
el final del Toro de la Vega.
Una gran noticia.
Tordesillas, este
13 de septiembre de 2016, ha avanzado hacia el siglo XXI.
Dentro de un par de
generaciones, si no se dan pasos atrás, que sería un gravísimo error,
Tordesillas mirará al pasado y encontrará una tradición, ya superada, que solo
causará vergüenza, como todas las salvajes tradiciones que desaparecen.
Porque todas las
tradiciones se abolen con notable resistencia.
Pero ninguna tradición
salvaje vuelve.
Y el Toro de la
Vega no volverá.
Tordesillas, os
espera el siglo XXI, ¿venís, o seguís en las tinieblas matando toros por
tradición?
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