Ciudadanos propone una encubierta subida de impuestos. No se engañen. La (derechista y ultraliberal) formación de Albert Rivera salta una frontera intocable desde 1996 con un alza de tres puntos del IVA de los productos básicos. Ciudadanos apuesta por complicar más la vida a las familias con menos recursos. La rebaja del tipo general del 21 al 18% esconde una trampa. Hace cinco años, antes de que Zapatero se bajará los pantalones ante la madrastra Merkel y la UE, el IVA general estaba en el 16%, dos puntos más que lo que defiende ahora Ciudadanos. No se dejen engañar. Rivera quiere subirnos los impuestos, y sobre todo (para variar) a las clases medias y bajas.
El IVA lo pagamos todos. Todos por igual. Lo paga igual
usted que, por ejemplo, el señor Rodrigo Rato con sus millones de euros ocultos
al fisco español. No es un impuesto justo. El IVA actúa como si todos los
ciudadanos tuviéramos idénticos recursos económicos. Pero todos sabemos que no
es así. Por eso, cualquier modificación fiscal que afecte al IVA debe
analizarse detenidamente porque los efectos en la sociedad no serán homogéneos.
El IVA se mantuvo intacto en España durante quince
largos años, entre enero de 1995 y julio de 2010. Ni siquiera el Partido
Popular de José María Aznar tocó los tres tipos que dejó Felipe González: tipo
general (16%), reducido (7%) y superreducido (4%). Una estabilidad fiscal que
desapareció con la crisis, una consecuencia más de la puñetera crisis. El IVA,
el impuesto que castiga a todos por igual sin ser iguales, se convirtió en una herramienta
más de ajuste económico.
Zapatero agitó la bandera blanca ante las presiones
de la UE. El IVA fue uno de los precios a pagar. En julio de 2010, España se
enfrentó a la primera subida del impuesto que grava el consumo: el tipo general
subía del 16 al 18% y el reducido del 7 al 8%. La recaudación había caído en
picado. Consecuencia lógica de la detracción del consumo. La recaudación récord
por IVA de 62.708 millones en el año 2007 se había hundido hasta 33.567 millones apenas
dos ejercicios fiscales después.
La depresión económica española ‘se arregló’ con los
inútiles consejitos de la UE y el FMI gravando aún más el consumo. La
recaudación creció hasta 49.086 millones en el año 2010. Un ascenso sufragado
por los bolsillos de los ciudadanos. La crisis, una vez más, la pagábamos los
ciudadanos. Con los salarios cuesta abajo y el IVA, entre otros impuestos,
creciendo, los españoles vivíamos peor. El incremento del IVA corregía la caída
de la recaudación, pero en absoluto la crisis. Más bien al contrario.
El alza fiscal le valió al PP, aún en la oposición,
para impulsar una campaña contra la subida del IVA. En el fondo, mero postureo.
El PP, que se presentó en las elecciones generales del año 2011 con un programa
fantasma que sabía que no iba a cumplir, se acordó del IVA nada más llegar a La Moncloa. Pero no para bajarlo.
El PP recurría una vez más a los sufridos bolsillos de los consumidores, de los
ciudadanos en definitiva. El IVA general saltaba del 18 al 21% y el reducido
del 8 al 10%.
Una salvajada fiscal que vulneraba por completo el
programa electoral del PP en las generales de 2011 y que, además, no funcionó. La
recaudación por IVA en el año 2013 (un total de 51.931 millones de euros) había
crecido un pírrico 5,7% desde el año 2010. Más que por una recuperación del
consumo (a pesar de la importantísima ayuda del turismo) por la misma subida
del IVA que, no obstante, ha destruido por el camino a algunos sectores. La
palma se la lleva el IVA cultural que, en cuestión de un día, pasó del 8 al
21%.
El PP, un partido revanchista con quienes osamos a
pensar diferente a ellos, ajustaba cuentas con el mundo de la cultura. Con los
actores al frente, el mundo de la cultura había sido habitualmente crítico con
la derecha española. El PP pasó la factura de las protestas, por ejemplo, contra la Guerra de
Iraq, en las que los actores fueron especialmente activos. Rajoy casi triplicó el
IVA cultural, pero no con la intención de recaudar más (algo que en la cultura
no ha sucedido) sino para hundir a un sector que no le resultaba afín.
Ni el PP, ni el PSOE, tocaron el IVA superreducido.
Solo a un necio o a un malvado se le habría ocurrido. Queridos españoles, pues
ya hemos encontrado al necio o malvado: Albert Rivera y su pujante Ciudadanos. El
partido de Rivera (que hiede a neoliberalismo y recambio programado del PP que
echa para atrás) propone tocar los tipos del IVA. Otra vez el IVA. Sería una
buena noticia si supondría volver a la situación que legó Felipe González a
Aznar y Zapatero: el famoso 4%-7%-16% que todos nos aprendimos.
Pero Ciudadanos, una formación que no tiene nada de nuevo
(se presentó por primera vez en 2006 en unas elecciones al Parlament de
Catalunya enarbolando la bandera antinacionalista), no propone regresar al
digamos status quo fiscal del 4%-7%-16%. Apoyados en la cantinela de que en Alemania
existen solo dos tipos de IVA (ya saben la manía de copiar lo que pasa en otro
país, pero solo lo que nos interesa), Ciudadanos apuesta por un IVA
general del 18% y un IVA reducido del 7%. Y tiene los saltos bemoles de venderlo
como una rebaja fiscal.
Obviamente, no lo es. Lo que Ciudadanos, como antes
el PSOE de Zapatero y el PP de Rajoy, busca es cargar sobre los bolsillos de
los ciudadanos otra alza fiscal. No se engañen. Ciudadanos es derecha pura y
dura, tanto o más que el PP en materia económica. No vea la cara de alegría que
se les ha puesto a los neoliberales en España (hasta ahora arrinconados, ahí
tenemos el ejemplo de Esperanza Aguirre, en el PP) con la promoción mediática a
Ciudadanos, que está a punto de presentar una OPA (no tan hostil) al PP: yo te
quito a parte de tus votantes, pero luego pactamos por el bien de España. Lo
verán, si nada lo remedia, en Madrid y Valencia tras las autonómicas y
municipales del próximo mes de mayo.
El segundo cambio pasa por detraer el IVA reducido
del 10 al 7%. En este caso, estaríamos volviendo a lo que ya teníamos hasta que
a Zapatero le entró el tembleque con la UE. Pero, recuerden, pagando dos puntos
más por la luz, la gasolina, la ropa, el calzado, los coches… Y no solo eso.
Ciudadanos, para finiquitar su infame propuesta fiscal, apuesta por cargarse el
IVA superreducido de los productos básicos y casi doblarlo, del 4 al 7%. Oigan,
ni el PP se atrevió a una medida que perjudicará, y mucho, a las familias
españolas, en especial a las más vulnerables.
Ciudadanos solo piensa en recaudar más. El PP
(gracias a los turistas, los empleos precarios y la proliferación de autónomos
que se ganan la vida como pueden) ha acabado por reactivar el IVA: 56.174
millones de euros en el año 2014. Pero con un alto coste social. ¿Alguien se atreve a ponerlo en duda? Ciudadanos
quiere recaudar más incluso obligando a las familias con menos recursos a pagar
más por el pan y la leche con los que subsisten. Oigan, ni Rajoy llegó tan
lejos como quiere Rivera.
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