martes, 19 de agosto de 2014

La niña bonita de las exportaciones se derrumba

Las ventas españolas al extranjero bajan por tercer mes consecutivo. Una tendencia que se acelera. En junio, la caída interanual alcanzó el 1,2%. El frenazo de las economías punteras de la zona euro (Alemania, Francia e Italia) llega a España (como no podía ser de otra manera). Al Gobierno ya solo le queda un agarradero (el turismo) para vendernos una recuperación económica que muchos (una mayoría) no creemos. Si al menos exportáramos humo, en eso con Rajoy nadie se nos podría acercar.


El Gobierno está de vacaciones. Y sigue de vacaciones. Rajoy y sus muchachos bajaron la persiana hace casi dos semanas (tras la reunión del presidente con el nuevo monarca) con una autocomplacencia digna de los ignorantes. Más en concreto, de los ignorantes que no son conscientes de su propia ignorancia. Sinceramente, incluso el apelativo de malvado le viene grande al PP. Es simplemente ignorancia. Rajoy sopló y sopló y nos enseñó el enorme globo de la recuperación económica con una indisimulada prepotencia: “La recuperación ha llegado para quedarse”.


Abrumó al personal con los datos económicos que convenían a su triunfalista discurso. Agitó la bandera de la caída del desempleo. Lástima que se olvidase de precisar que el 70% de los puestos creados en este año se concentren en algo tan efímero como la hostelería. Efímero y con unas condiciones laborales cada vez más deficientes (y eso que nunca han sido maravillosas). Rajoy infló el globo de la recuperación y alejó cualquier alfiler que pudiera reventarlo como la presencia real de 837.000 españoles que trabajan apenas una hora a la semana, según datos de la Encuesta de Población Activa. O de más de un millón de ciudadanos que trabajan un día a la semana.

Pero, ni se les ocurra realizar estas precisiones ante un dirigente del Partido Popular o ante uno de sus múltiples mamporreros mediáticos con la sublimación perfecta reunida en la figura de Francisco Marhuenda, el director de la oficina de comunicación de La Moncloa: el diario La Razón. Se le echarán a la yugular acusándole de no querer la recuperación de la economía, de antiespañol y…, si tienen el día inspirado, de comunista, populista, chavista y etarra. Y sin rechistar que luego recurren al ministro Jorge Fernández Díaz para que llame a la Policía para pedirnos la documentación. Quien ose a poner en duda la recuperación económica es un enemigo de los españoles.

Pues resulta que al Gobierno le han salido dos enemigos inesperados: el incesante aumento de la deuda pública y la negativa evolución de las exportaciones. La deuda pública ha superado por primera vez el billón de euros, que suponen el 98,2% del PIB. Casi, casi, debemos lo que se produce en todo un año. ¡Hey, pero estamos en recuperación económica y negarlo es de pesimistas y agoreros. Fuera de España, rojos, rojazos, chavistas, etarras! Es curioso, pero con Zapatero (el creador de la crisis mundial para ojos del PP), la deuda pública no pasó del 70,5% a finales de 2011.


¿Ha reaccionado el Gobierno? No, ¿para qué? Que estamos de vacaciones, oiga, y esto de la deuda pública no va a venir a arruinar nuestro mensaje de color de rosa. Las vacaciones son sagradas. Que se lo digan a la ministra Ana Mato, la máxima ‘autoridad’ española en Sanidad. ¿Para qué interrumpir las vacaciones por el traslado de un español infectado por Ébola? Mato sabía lo que hacía, valía con ir al funeral del religioso y rezar un Ave María. Claro que, a veces, es mejor seguir de vacaciones. La nueva ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, instó a los españoles a comer más fruta para paliar el boicot comercial ruso.

Conviene recordar que estas señoras (Mato y Tejerina) forman parte de este Gobierno que sigue de vacaciones pese a escalar la deuda pública a casi el 100% del PIB y derrumbarse uno de los grandes mantras de la recuperación económica: las exportaciones. ¡Viva el vino! Si Mariano ha decretado que la recuperación “ha llegado para quedarse” y cualquier otro mensaje o dato es de agoreros, ¿para qué hablar de la deuda pública y las exportaciones? ¿No han visto ustedes cómo están las playas? Como el chiste, pisha. ¿Cómo están? ¡Abarrotás! No molesten a Mariano, que está de vacaciones.

Y, ¿qué pasará en septiembre? Pues Mariano, antes de decretar el estado de máxima felicidad tras verse con el nuevo rey borbón, nos había anunciado que revisaría al alza las previsiones de crecimiento. ¿Lo mantendrá? Es más que capaz. Sin embargo, ¿es viable una revisión al alza? No parece. En estos días en los que Mariano se ha puesto el pantalón corto para recordar su infancia entre caminata y caminata gallega, se ha confirmado el frenazo de las tres grandes economías de la zona euro en el último trimestre: -0,2% de Alemania e Italia y 0% de Francia. Nuestros grandes socios comerciales.

Lógicamente, las exportaciones, la niña bonita de la recuperación económica del PP se ha desbaratado. En el pasado mes de junio (último con datos cerrados), se registró un retroceso interanual del 1,2% en las ventas al exterior, según los números del Ministerio de Economía y Competitividad. Las exportaciones no van bien. Y no irán bien en los próximos meses con el parón en Alemania, Francia e Italia. Ya no digamos si caen en recesión. Al final, ese balón de oxígeno que suponían las exportaciones no era, ni mucho menos, mérito de la política de Rajoy. Simplemente, si la UE funcionaba mejor, España funcionaba mejor. Y si ahora deja de funcionar…


Francia es nuestro principal destino. Representaba en junio el 16,4% del total de las exportaciones. Y eso que habían caído un 6,1% respecto al mismo mes del pasado año. Solo las exportaciones francesas, casi 3.400 millones de euros en junio, suman más que las exportaciones a todo el continente americano (2.167 millones), a todo el continente asiático (1.891 millones), a todo el continente africano (1.500 millones) y, desde luego, a todo el continente oceánico (165 millones).

Alemania, con 2.104 millones, es nuestro segundo socio exportador. Italia, con 1.419 millones, el cuarto, casi igualado con el tercero, Portugal. No es muy osado aventurar que, si las economías francesa, alemana e italiana tienen un mal comportamiento en el segundo semestre del año, las consecuencias se apreciarán de inmediato en España. Que el PP se olvide del mantra de las exportaciones. Avisados estaban. Pero, quienes osaban a rebatir el mensaje oficialista del Gobierno, eran tachados de agoreros. Eso en la versión light. La heavy, ya saben: rojos, comunistas, chavistas, etarras…

Y, ¿ha reaccionado nuestro Gobierno al pinchazo de las exportaciones? Silencio. Ni siquiera el locuaz Cristóbal Montoro, el gurú de la recuperación, del milagro español admirado en todo el mundo y parte de la galaxia conocida. Parece que el Gobierno se quedó sin voz tras convertir su Escuela de Verano en un ‘pim, pam, pum’ a la revelación de las últimas elecciones europeas: Podemos. Pero, ¿no había previsto el Gobierno el frenazo de las exportaciones? ¡No! Las previsiones oficiales marcan (y siguen marcando) un crecimiento anual del 5,5% en 2014. En junio, se cerró con una caída del 1,2%. No me salen las cuentas. Al Gobierno, ¿sí? Que nos lo expliquen. Igual es que, aprovechando que el tráfico de drogas y la prostitución se van a incorporar al PIB, vamos a exportar droga y prostitutas.

Que nos expliquen desde La Moncloa cómo piensan cumplir el ambicioso objetivo de crecimiento de las exportaciones con Francia, Alemania e Italia paradas en seco. Y que, por una vez, sean claros y sinceros. ¿No merecía este nuevo contexto europeo económico una explicación del Gobierno por mucho que el presidente y los ministros estuvieran de vacaciones? ¿Se puede permitir aún España un Gobierno de vacaciones? ¿Qué pasará a partir de septiembre con el final de la campaña turística?


Recuerden que la crisis ya tuvo un amago de salida entre 2010 y 2011. Y se volvió a caer. Zapatero, entonces, no hizo nada para impedirlo salvo sumergir a España en la recesión doblando la rodilla ante las políticas de austeridad ordenadas por Merkel y la UE. La recuperación fue un espejismo, lo que duró una momentánea mejoría de la zona euro. Rajoy ha hecho lo mismo que Zapatero incrementado a la enésima potencia. Austeridad, austeridad y austeridad. La misma receta. El mismo escenario. Y ahora que la UE no avanza…

Septiembre marcará el comienzo de un intenso curso político. Para empezar, de primer plato, la Diada de Cataluña del próximo 11 de septiembre que marcará si el independentismo sube o baja. Apuesto por lo primero aunque el caso Pujol haya hecho daño al catalanismo. Rajoy se mantendrá ocupado con el tema catalán para rascar votos del sector más patriota de la sociedad española porque el reto para los próximos meses pasará por vender lo mejor posible la ‘recuperación’ económica para salvar las elecciones municipales y autonómicas del próximo mes de mayo. Hay auténtico pavor a perder la poltrona en ayuntamientos y gobiernos regionales. ¿Cómo satisfacer luego a tanto estómago agradecido en el PP?

Y si para ello hay que dejar de hablar de las exportaciones porque ya no van bien, pues no se hablará o se buscará algún eufemismo (de momento los voceros mediáticos del PP han pasado a defender el vigor de las importaciones). Luego llegarán las elecciones, se contarán los votos y el balcón de la calle Génova (como en las europeas) se quedará vacío. Y aún no entenderán por qué. ¡Ánimo Rajoy, siempre puedes hablar del turismo. Habrá quien crea y defienda en las tertulias que, gracias al PP, hay turismo. Rajoy, el señor de las exportaciones, pasará a ser Rajoy, el señor del sol y las playas!

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